En el corazón de la rica historia de Mesoamérica, el cacao jugó un papel esencial en la vida de las civilizaciones prehispánicas como la maya y azteca, pues además de ser un alimento de singular sabor y propiedades medicinales, estaba vinculado a la espiritualidad. Descubre cómo se utilizaba el cacao en las ceremonias antiguas y las experiencias que hoy en día te permiten conectar con este venerable producto.

El origen sagrado del cacao

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Para los mayas y aztecas, el origen del cacao estaba estrechamente ligado a lo divino, por lo que ocupaba un lugar central en las ceremonias y los banquetes sagrados.

Según la creencia maya, Ek Chuah, dios protector del cacao y los comerciantes, dio este grano a los humanos como un regalo divino que les proporcionó riqueza y sustento. Los aztecas, por su parte, tenían una leyenda en la que el dios Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, les ofreció el cacao como un regalo celestial al ver que los humanos no tenían un alimento digno.

Ceremonias alrededor del cacao

Algunas investigaciones arqueológicas han encontrado vasijas ceremoniales con residuos de cacao en tumbas de la nobleza maya, lo que sugiere su uso en rituales funerarios. Además, los códices ilustran a sacerdotes vertiendo cacao desde grandes alturas, posiblemente como parte de rituales de purificación o de bendición.

Para los aztecas, el cacao era un símbolo de prosperidad y divinidad, convirtiéndose en un elemento esencial en los rituales de sacrificio humano y en festividades dedicadas a Quetzalcóatl. En dichos eventos, este alimento se ofrecía en banquetes para honrar a los dioses y recibir sus bendiciones.

El cacao también era utilizado en los rituales de curación espiritual. Los chamanes mayas y aztecas lo combinaban con hierbas medicinales para tratar problemas físicos y emocionales, pues se creía que poseía poderes especiales para purificar el alma y fortalecer el espíritu.

Tradición viva en la actualidad

Fotos de Casa Velas

Hoy en día, el cacao sigue siendo un elemento importante en las ceremonias de diversas comunidades de México y Centroamérica, e incluso se han creado nuevas experiencias sensoriales para conectar cuerpo y alma.

En Casa Velas, hotel boutique solo para adultos en Marina Vallarta, los huéspedes pueden sumergirse en una experiencia única con el cacao, por un costo adicional, para descubrir la riqueza de este producto, a través de un taller interactivo de elaboración de chocolate artesanal con métodos tradicionales.

Los participantes recorren un fértil jardín de árboles de cacao, donde guías expertos comparten la importancia cultural y ecológica de este fruto. Los participantes aprenden a identificar las distintas etapas del cacao, desde sus delicadas flores hasta las mazorcas maduras, mientras degustan bebidas tradicionales.

Este taller práctico permite descubrir el meticuloso proceso de transformación del cacao en deliciosas creaciones. Pero la experiencia no termina ahí. Cada noche, los huéspedes reciben un obsequio de chocolate en su habitación. También pueden deleitarse con s’mores en Táu Beach Club o participar en una auténtica ceremonia de cacao en el jardín botánico de la propiedad.

Si eres amante del cacao y buscas una experiencia única, esta actividad puede ser una forma maravillosa de conocer más a fondo la historia del alimento espiritual de las antiguas civilizaciones mesoamericanas.